DAVID VAAAMONDE EXPONE EN MADRID CON MOTIVO DEL INTERNATIONAL JAZZ DAY

El sábado 30 de abril, 2MADRIDENVIVO acogerá también la exposición pictórica JAZZ EN PAZ del artista David Vaamonde. Desde La Noche en Vivo os invitamos también a visitarla como parte de la celebración del International Jazz Day:

La Celebración del International Jazz Day es ya una constante desde sus inicios en la trayectoria vital de JAZZYMAS. Todos los 30 de abril celebramos esta fecha escogida por la UNESCO que pretende concienciar a las personas sobre las virtudes de la música jazz como herramienta de sensibilización y hermandad de las sociedades y que tiene como embajador al inmenso pianista Herbie Hancock.

Es justamente este carácter que incide en la difusión de la idea de que el jazz no es sólo un estilo de música sino que se interrelaciona con las demás artes en su espíritu de construcción de sociedades hermanadas, el que nos empujó a contactar con el artista, pintor y escultor de reconocida trayectoria internacional, DAVID VAAMONDE, que tiene una larga relación con esta música, acompañada de un legado importante de ella en su obra pictórica y en sus esculturas, y plantearle la posibilidad de integrar su particular visión del jazz, en la que siempre queda patente su lenguaje único, su estilo personal y sus ya icónicos «grifos» de los que fluyen todas las melodías, en el espacio  de una tienda de discos.

En esta edición contaremos con la participación de la revista más JAZZ magazine, en la que David ha colaborado ilustrando el numero 52 publicado el pasado otoño

Con motivo del International Jazz Day, celebrado el sábado 30 de abril dentro del ciclo 2MADRIDENVIVO con una programación exclusivamente jazzística, charlamos con el reputado periodista de música negra Fernando Roqueta

Fernando Roqueta es un profundo amante de la música en todas sus vertientes. Fanático del vinilo y “selector” habitual en clubes de Black Music de la capital. También ha colaborado de manera habitual en la revista Enlace Funk como redactor y entrevistador, siendo uno de los fundadores, organizadores y promotores del festival MADRID ES NEGRO que celebró diez ediciones en 2020. Desde principios de 2020, Fernando Roqueta es el director de la revista más JAZZ magazine (www.masjazzdigital.com), única y última revista de jazz en castellano que se sigue publicando en papel, desde 1998, con tirada y distribución nacional.

El pianista de swing Ignasi Terraza comentaba cuando le entrevistamos: “Como músicos de jazz, necesitamos el ambiente y la proximidad con el público de las salas”. ¿Qué sería de la escena jazz madrileña sin las salas?

Me temo que sencillamente no existiría debido a que no se habrían dado las circunstancias ni los lugares determinantes para que esa escena se desarrollara ni se diera a conocer. Hasta el auge de internet y las RRSS, cualquier escena musical se iniciaba en los clubes, lugares cercanos donde se encontraban músicos y público. Bien es cierto que, en contadas ocasiones, en algún lugar remoto, han surgido propuestas musicales que, al cabo de años, muchos en ciertos casos, han sido reconocidas, pero no son hechos significativos sino más bien anecdóticos. Por otra parte, la labor de los clubes, y de las personas que los gestionan es imprescindible para que la escena crezca en número y diversidad de propuestas. Esos auténticos gestores culturales “a pie de calle” son los que toman a diario el pulso de lo que se cuece y son un nexo que resulta, como se ha demostrado en tantas ocasiones, de gran necesidad para tejer redes y contactos entre distintos universos musicales sin los que sería improbable que pudieran llegar a cruzarse. Sin embargo, Madrid es una capital atípica si la comparamos con Londres, Nueva York, París o Berlín. La cercanía que ofrece el centro de la ciudad en cuanto a la densidad de clubes, sean poco o muchos según los vaivenes del sistema, permite que se dé una situación en la que tanto público como músicos puedan alternar y encontrarse en una misma noche en distintos ambientes y clubes.

Un número importante de salas de Madrid ofrecen, exclusiva o eminentemente, una programación jazzera. ¿Es necesario encontrar vías para acercar el jazz a las nuevas generaciones o hay más interés por parte del público joven del que comúnmente se piensa?

Creo que sería interesante conocer la opinión de los propios programadores de dichas salas. En mi opinión, creo, en primer lugar, que unos de los factores determinantes para acercar al público más joven a la música y despertar su interés, empieza por la educación. Dentro y fuera de casa. Parte de la responsabilidad recae en las instituciones públicas, las cuales deberían de fomentar, con máxima seriedad como se viene haciendo desde décadas en otros países europeos cercanos a España, la educación musical en las escuelas e institutos. Sin embargo, parte de esa carencia ha sido compensada por las escuelas y los centros superiores de música (Sin olvidar los clubes a través, por ejemplo, de las jams que han ido floreciendo en estos últimos años). Solo hay que echar la vista atrás, para apreciar cómo ha crecido en un espacio de dos décadas el número de propuestas jazzeras a lo largo y ancho del territorio procedentes de alumnos y docentes. Tal vez las RRSS, a las cuales, debo de confesar prestó poca atención, sean un lugar donde se debería de incidir más ya que está asumido que son los medios de comunicación por los que se rigen las generaciones más jóvenes, y no tan jóvenes también.

El sábado 30 de abril, 2MADRIDENVIVO dedica su programación exclusivamente al jazz como conmemoración del International Jazz Day. ¿Cuán importante es reivindicar este género?

Siendo honesto, no me considero un amante del jazz en un sentido ortodoxo. No soy de los que piensan que jazz y solo jazz… El jazz, resumiendo, desde sus inicios, fue una mezcla donde el blues y el gospel más primitivos, gritos de libertad bajo la opresión esclavista, encontraron otro camino de expresión y de difusión, en un entorno mayoritariamente urbano, donde músicos negros, “liberados” del yugo de sus amos blancos pero encerrados en guetos, decidieron reunirse para seguir con la tradición y costumbres en las cuales la música es un fundamento básico para mantener cierta cohesión en una comunidad viva y luchando a pesar de todas las adversidades, y donde los clubes, de nuevo, fueron la “cocina del diablo” donde se gestó lo que ahora llamamos habitualmente JAZZ.

Esa parte de hermandad, que no siempre fue tan color de rosa, de comunidad, de superación y de conciencia del valor de cada ser humano, es el mensaje que el jazz, venga de donde venga, debe de mantener vivo, además de ser entendido y adaptado a cada entorno.

Grandes nombres del jazz de nuestra región como Mastretta o César Filiú forman parte del cartel de 2MADRIDENVIVO en el International Jazz Day. ¿Qué consideras lo más destacable del cartel del día 30?

Cualquier propuesta es destacable y debería ser escuchada, indistintamente que pueda en un principio atraerte más o menos. Obviamente no siempre es posible, con lo cual no creo que deba destacar a ninguna de la decena de bandas que tocaran ese día.

¿Qué músicos de jazz de la escena madrileña te transmiten especialmente o escuchas con frecuencia?

Debo de confesar que dispongo de poco tiempo para escuchar con la debida atención todas las propuestas que llegan a la revista y por esa razón delego en mis compañeros y compañeras redactoras esa delicada responsabilidad que llevan con entusiasmo y dedicación. Tampoco me he lucido mucho en estos dos últimos años, por las razones obvias que todos y todas conocemos, saliendo y asistiendo a conciertos y festivales. Pero si algo debo de destacar (y mojarme), diría que la escena afrocubana y afrolatina es la que más me llama la atención por su energía, su diversidad y la mezcla de veteranía y juventud que en ella se aprecia. En cualquier caso, siempre con prudencia, animo a todos y todas a volver a llenar los clubes. Será el mayor y más preciado regalo que podremos ofrecer a los músicos, a las salas y, de paso, a nosotros mismos.

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